Puente-Genil a partir de hoy se volverá a llenar como cada año de incienso y cera. Se volverá a oir el sonido inconfundible de la campanita, los efusivos y sentidos Vivas en las salidas y encierros de los Pasos, las cuarteleras, los cantos coreados y la música cofrade. Puente-Genil se envuelve en el humo de las bengalas y en las volutas de incienso que se elevan al cielo en cada cortejo procesional. Y la gente, fiel y puntual a la tradición, vuelve a congregarse en las mananteras calles Aguilar, Santa Catalina, Don Gonzalo, Cuesta Baena, Adriana Morales y Matallana. Las emociones y sentimientos se volverán a sentir estos días del Mayor Dolor en la Plaza de España, del Dulce Nombre y del Calvario o en el Compás de la Veracruz y del Coro así como por las estrechas calles del Barrio la Isla.
Un año más hemos transitado por una Cuaresma que hoy, Sábado de Pasión, finalizamos y que ha estado repleta de actos cofrades junto a Tríduos, Quinarios, Funciones de Regla, las tradicionales subidas al Calvario de cada sábado y devotos actos de Besamanos y Besapiés a los Excelsos Titulares de nuestras Hermandades. Atrás dejamos el Día de las Corporaciones, el V Congreso nacional de Cofradías de Jesús Nazareno, el Jueves lardero, la ceniza del inicio de la Cuaresma, la visita al Rescatado, exposiciones, la exaltación de la saeta, conciertos, homenajes, ensayos de costaleros y bastoneros… Ahora ha llegado el tiempo en el que los deseos y anhelos que durante todo el año se han tenido se hagan realidad. Anoche sirvió de preámbulo el Vía Crucis-Vía Matrix de la Hermandad del Calvario. Esta tarde se estará en la Concepción con la Guía. Mañana Domingo de Ramos habrá que estar en la Asunción para asistir al Pregón y el lunes santo se volverá nuevamente para visitar al Humilde; el martes se subirá a la cumbre de Puente-Genil para estar en el Besapié del Nazareno; el Miércoles por la mañana se irá a ver el Lavatorio, el Huerto, la Victoria, El Señor de la Humildad y la Amargura. De cerca se podrá contemplar la restauración del frontal del Paso del que “de espinas va coronao, con la mano en la mejilla y en una piedra sentao”. Estos días todo se verá tras un rostrillo, un capillo o una celada; bajo un varal o una trabajadera; portando una insignia, un cirio nazareno o contemplando la Imagen de Cristo o María desde una acera o acompañándola como penitente. Hemos alcanzado el cenit de la fiesta que a más pontanenses y pontanensas congrega.
Puente-Genil a partir de hoy va a vivir una vez más una manifestación de piedad y religiosidad popular a la forma que este pueblo andaluz sabe hacerlo. Se mezclarán por igual fe, devoción, religiosidad, penitencia, tradición, sentimiento, emoción y fraternidad. Nuestras Cofradías y Corporaciones bíblicas volverán a hacer, como lo vienen haciendo durante siglos, una auténtica Catequesis por las calles de esta nueva Jerusalén para acercarnos la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo Nuestro Salvador y los Dolores de María, su Santísima Madre. Todas las Hermandades harán en Semana Santa una manifestación pública de fe y junto a las figuras bíblicas nos mostrarán los mensajes de las Sagradas Escrituras, porque como dice San Lucas: “Si estos callan hablarán las piedras” (Lc 19, 40). Y volveremos a emocionarnos un año más con una saeta en el Dulce Nombre o las reverencias en Santa Catalina, con un encierro, con un Recuerdo, una Enriquetilla, un Gloria al Muerto o Pasan los Campanilleros.
La Semana Santa es una manifestación eminentemente religiosa por encima de cualquier otra consideración, que las Hermandades y Corporaciones bíblicas nos acercan a través de la imaginería, de la música, del cántico coral, de la saeta o de los personajes bíblicos en el más grande escenario que se convierte esta otra Jerusalén que va desde Santiago, en Miragenil, al Carmen, en la estación, y en la que veremos pasar por sus calles a Cristo a lomos de un asno, en el Cenáculo reunido con sus discípulos, lavándole los pies a sus discípulos, orando en el Getsemaní, Preso, Flagelado, camino del Calvario, Crucificado en el Gólgota, Muerto y al final Resucitado.( José L. Aires Rey )
