Empieza el reality estrella de la televisión: Gran Hermano 15. Además lo hace de una forma totalmente renovada, y es que todos los inquilinos de la casa de Guadalix de la Sierra concursan acompañados de un familiar o amigo, aunque como siempre, el programa se reservó sorpresas. Una de ellas, precisamente, es que la presentadora de este histórico programa de Telecinco, Mercedes Milá, –que siempre ha asegurado que «jamás» entraría en Gran Hermano– pasaría la noche en la casa como una concursante más. Y mientras Mercedes está en la casa de GH un «súper» especial acompañará a los concursantes, Florentino Fernández.
Algo que no cambió fue el día escogido para la celebración de la primera gala. Un jueves más, como desde la primera edición de Gran Hermano, comenzó el reality en horario de prime time. No obstante, es posible, como en años anteriores, que las galas de GH vayan cambiando de día según dicte la audiencia y la competencia de otras cadenas.
Pero hasta que sepamos finalemente si Gran Hermano se emitirá un día u otro, es hora de conocer a los 18 concursantes que de momento habitarán en la casa de Guadalix. El primer tandem lo forman Luis y Fran, torero y apoderado de Ronda (Málaga). El primero se presenta al programa para ganar popularidad y ser conocido en el mundo del toreo; el segundo, su intención es conseguir perder peso.
La segunda pareja se conoció en esta primera gala de Gran Hermano 15. Como decíamos anteriormente, las reglas de GH no están encorsetadas y la dirección del programa siempre busca cómo sorprender a la audiencia. José y Paula, esta segunda pareja, dará que hablar. Quizá no por la relación que mantengan entre ambos, sino por sus propias personalidades. José tiene 24 años, nació en México pero emigró a Barcelona para ganarse la vida. Confiesa que sus amigos lo conocen como «Papirrín tin-tin». Paula, la Hawaiana –como quiere que se le llame–, también es de Barcelona, tiene 19 años y se define como «alegre» y «alocada».
Las falsas limpiadoras de GH 15
Loli y Mayka, dos hermanas de Puente Genil (Córdoba), han vivido la cara más amarga de la crisis económica. Loli, de 41 años, trabajaba como auxiliar administrativa y Mayka, de 36, tenía su propia empresa. Debido a la crisis ambas se quedaron en paro, viven con amenaza de desahucio y con la paga de sus padres como único sustento de la familia. Se presentaron al casting de Gran Hermano para entrar en la casa y ganar el premio, que tan bien les venía, y de paso, si no conseguían ser concursantes, dejar el currículum «por si al programa le hacía falta una limpiadora, una administrativa o lo que sea», aseguraban en la prueba de selección.
Fue, sin duda, la gran sorpresa de la noche. El programa les comunicaba días antes que no serían concursantes pero sí que contarían con ellas como empleadas de limpieza para Gran Hermano. Y así empezaron su andadura en el programa, haciendo las camas, limpiando los baños... Hasta que Mercedes Milá descubrió el pastel y les comunicó que eran «por ley» concursantes de Gran Hermano.
Shaima y Paco son los siguientes en la nueva familia de Gran Hermano. Ella tiene 19 años, es de El Príncipe, el barrio de Ceuta que se popularizó tras la serie que llevaba su nombre y es musulmana –creyente y practicante–. Paco, de 40 años, es taxista, madrileño y amante del heavy metal. Ambos se conocieron en el concurso.
Las notas de humor las pusieron los inquilinos animales de la casa. La gallina que entró con Mercedes Milá, Falacia, y Rubia, la cabra que concursa como compañera de Hugo, un chico de 18 años de Pontevedra. El perfil de «los guapos» –un clásico– lo aportaron Juan Manuel y Jonathan. Estos valencianos, de 21 y 25 años, tienen el surf y los deportes de riesgo como medios de vida. De ahí sus cuerpos esculpidos. Y «las guapas» –otro clásico–, dos jóvenes de Albacete; Alejandra, de 20 años, y Yolanda, de 22. Pero para guapa, una andaluza, Azahara. Es de Málaga, tiene 31 años y vive como relaciones públicas en una discoteca.
La última historia de la casa es un lío familiar, y de los gordos, de los que enganchan a la audiencia. Vitín y Omar, dos camigos de Carabanchel (Madrid) no se podrían imaginar que su historia en Gran Hermano sería de las más seguidas. No concursan solos. Lo hacen con Alfredo, un cristiano evangélico que actualmente se dedica a la venta ambulante pero que en un futuro se ve predicando como pastor la Palabra de Dios. Pero ¿qué tienen en común estos tres jóvenes? Con el paso del programa descubrimos que Omar y Alfredo son hermanos por parte de padre, sin embargo esto sólo lo sabe Omar, puesto que Alfredo no reconoció a su propio hermano. El culebrón está servido.(Abc.CA)
