Ya que el próximo jueves día 26 de mayo, se celebra la festividad del Corpus Christi, si bien, en Puente Genil dicho día desde hace ya años se trasladó al domingo siguiente, hemos querido reproducir, dentro del apartado MIRANDO HACIA ATRÁS de Pontaneando, una reseña periodística aparecida en el diario Abc de 1968, y firmada por el que fuera Cronista Oficial de la Villa D. Francisco Luque Estrada, en el que nos describe la festividad de este GRAN DIA, así como la del Domingo Santísimo de Miragenil.
Del mismo modo, en este artículo, Francisco Luque nos cuenta algunas de la tradiciones y costumbres que con el pasar de los años han ido perdiendo vigencia en las referidas fiestas del Corpus y del Domingo Santísimo
" Como colofón a estos días primaverales en que ha ardido Puente Genil de profunda belleza y blancura, poblado por almas ingenuas y límpias, que han desfilado alegremente por sus nacaradas calles, despues de haber recibido por primera vez el Cuerpo Sacramentado de Cristo, se nos ofrece una serie de brillantes fiestas eucarísticas que refrenda la intensa fe que el pueblo pontano siente sobre tan sagrado misterio.
Puente Genil cuenta, desde el año 1824, con la Archicofradía del Santísimo Sacramento, habiendo existido anteriormente con tan bendito nombre otra que databa de tiempo inmemorial.
Dentro de la originalidad de estos solemnísimos cultos en honor a Dios Eucaristía, figura la majestuosa procesión que la Parroquia de Nuestra Señora de la Purificación efectúa su salida en uno de los tres días del año que relucen como el propio sol.
Los tiempos han cambiado, y también se ha querido tocar a una respetable tradición pontana que encerraba en sí la pureza de un pueblo en respeto y devoción a la maravillosa figura de un bellísimo Angel rodilla en tierra portando la Custodia con Jesús Sacramentado, cambiándola por un diminuto templete, que, la verdad no llena el deseo de los hijos de La Puente.
Sabemos que la Sagrada Eucaristía no debe ir sobre ningun lugar descubierto, pero también se puede investigar si para ello consiguieron nuestros antecesores una gracia especial eclesiástica, pues, la verdad, todo Puente Genil pide a voces la nueva aparición del mencionado Angel.
La procesión del Corpus Christi en esta ciudad es muy emotiva, y aún se conserva la sana costumbre de alfombrar con juncia, romero, mirra y flores el trayecto por donde ha de pasar la gran comitiva, embelleciéndose los balcones y rejas con millares de macetas, flores y atractivas colgaduras y mantones de Manila, levantándose en ciertos lugares preciosos altares.
Desde hace bastante tiempo desapareció de esta magna procesión la presencia de coros de danzas, o antiguas comparsas, en las que, al son de instrumentos, bailaban cierto número de personas vestidas de igual manera, llamándole de artificio por la invención a que respondían, asimilándose a los Seises de la Catedral de Sevilla.
Asimismo, no se necesita mucho esfuerzo para comprender que los trajes que llevaban los danzarines y el objeto de ello era patentizar la adoración del Sacramento por judios, indios, gitanos, etc... Acaso una de estas danzas representaría el coloquio de que hay memoria en el año 1604.
A su vez, dentro de estas hermosas fiestas eucarísticas cabe destacar la implantación del Domingo Santísimo en la barriada de Miragenil, conocida por Trina la Chica, que, en el año 1599, era un pequeño poblado gobernado por alcaldes pedáneos dependientes del partido judicial de Estepa, adicto a la provincia de Sevilla, constituyendo el río Genil la frontera, tanto civil como eclesiástica, de las provincias andaluzas de Córdoba y Sevilla.
El Domingo Santísimo en Miragenil constituye una fiesta muy arraigada, en la que, denro de uno mismo, los dos querían honrar la Real Presencia de Jesús Sacramentado, y por ello, aprovechándose la Octava del Día del Señor, se instituyó este grandioso domingo.
Otra de las cosas que se han ido perdiendo en las fiestas del antiguo barrio de Los Tejares es las típicas reuniones de las distintas corporaciones bíblicas de Semana Santa que, de acuerdo con lo reglamentado en sus centenarios estutos todos los años se agrupaban en el mismo sitio para rendir homenaje a Cristo Eucaristía.
Por último, hay que lamentar la desaparición del Jueves de la Octava, significativa fecha, en que, del antiguo convento de San Francisco de Asís, salía procesionalmente un castillito de plata de enorme mérito artístico llevado a hombros por todos los chantres y sacristanes de la localidad.
Finalmente, debe de destacarse el seguir observándose en los hogares pontanos la antiquísima tradición de reforzar sus mesas con la aparición de exquisitos turrones que los confiteros pontanenses elaboran con ricos piñones de la sierra cordobesa, siendo el manjar preferido por todos aquellos que, desde que tenemos uso de razón, venimos ingiriéndolo año tras año cuando aparece en el calendario la anhelada festividad del Corpus Christi. ( Abc.Francisco Luque Estrada) "
